La Facturación Electrónica es una herramienta que actualmente está
revolucionando la manera de tributar a nivel mundial, y América Latina no sólo no
es la excepción, sino que, todo lo contrario: la región se encuentra a la vanguardia
en el uso de este sistema. Por sus múltiples beneficios, este recurso ha sido
adoptado por una gran cantidad de naciones latinoamericanas y, advirtiendo las
ventajas que se evidenciaron en todos los casos, las autoridades panameñas
siguieron ese camino.
Al respecto de estas ventajas, hablamos con el Ing. Rafael Montero, CEO de
GuruSoft, empresa especializada en el rubro. “Los beneficios que ofrece esta
herramienta son de lo más variados. Por empezar, puede hablarse de un ahorro
económico muy alto, que se estima en un 80% de los gastos asociados a la
facturación. Se prescinde del papel, se elimina la necesidad de comprar y usar
costosas impresoras fiscales, con sus tintas y mantenimientos caros y constantes.
Luego están los más generales, como una significativa simplificación del proceso,
con la posibilidad de corregir errores, la emisión casi instantánea de estos
documentos aprobados por la autoridad impositiva, el contar con la posibilidad de
acceder a todos los documentos emitidos en cualquier momento y lugar, sin la
necesidad de ir a buscar en carpetas empolvadas en depósitos oscuros”, aseguró
el especialista.
Fue la Dirección General de Ingresos (DGI), el ente gubernamental encargado de
regular la actividad impositiva panameña, quien tomó la firme determinación de
implementar la emisión electrónica de comprobantes en todo el territorio nacional.
La decisión se dio, lógicamente, enmarcada por un proceso de digitalización que
atraviesa la sociedad en estos momentos y que está transformando la vida como
la conocemos. En ese sentido, el acoplar la facturación electrónica significa un
salto de calidad enorme, al abandonar el viejo sistema tradicional y reemplazarlo
con uno mucho más avanzado.
La manera de hacer efectiva esa adopción del sistema en la economía panameña,
fue por etapas. La primera consistió en establecer un Plan Piloto, mediante el cual
podría analizarse el funcionamiento en primera persona. Éste constó de algunas
empresas preseleccionadas con las cuales se observó el desempeño y, tras
concluir que la facturación electrónica representó enormes beneficios a quienes
participaron, se decidió dar el siguiente paso: una etapa de masificación
voluntaria.
Este período -que comenzó el 1 de junio de 2021- consiste, como puede
anticiparse por su título, en la posibilidad de que los contribuyentes que así lo
deseen, puedan adherirse al Sistema de Factura Electrónica de Panamá (SFEP),
de manera absolutamente voluntaria y comenzar así a aprovechar el impulso que
les da a sus negocios. Sobre este aspecto, Montero añadió: “La masificación
voluntaria es una magnífica oportunidad para que los comerciantes panameños
migren a este sistema superador sin la necesidad de esperar a que sea
obligatorio, ya que todo va camino a que ese sea el panorama más temprano que
tarde. Hacerlo ahora les dará la oportunidad de aprovechar este ahorro tan grande
que se ofrece y los demás beneficios, pero también de poder realizar este
procedimiento de cambio sin ningún tipo de apremio por la reglamentación, sin la
presión de la obligatoriedad”.
La evolución de un sistema obsoleto
El tradicional sistema de facturación que emplea las impresoras fiscales ha
quedado en el pasado con la aparición de la emisión electrónica de comprobantes.
Sin la necesidad de imprimir facturas (y con la posibilidad de imprimirlas, de
requerirse, con una impresora común), estos costosos artefactos no tienen
ninguna razón de ser.
En esa misma línea opina el Ing. Montero, quien aseveró: “Si se incluye una
excepción de equipo fiscal eso te indica que tienes autorización para trabajar sin
impresora fiscal y, por supuesto, sin dispositivo. No creo que haya nadie que
realmente conozca esto y decida por iniciativa propia agregarle costos altos a su
negocio para incluir estos dispositivos tan poco eficientes, que requieren
mantenimiento y tienen un valor altísimo para comprarse”.
¿Cómo migrar a este sistema?
Aunque muchos crean que se requieren muchas condiciones y se trate de un
proceso largo, en realidad son pocos ítems para cumplir de una manera bastante
ágil:
• El primer requisito indispensable es estar registrado en el Sistema de
Facturación Electrónica de Panamá (SFEP). Esto se hace a través del sistema e-
tax 2.0.
• A continuación, debe seleccionarse el tipo de servicio que se utilizará, que puede
ser de dos maneras: Proveedor de Autorización Calificado (PAC) o facturador
gratuito.
• Seguidamente, debe chequearse que estén actualizados los datos como razón
social, nombre comercial, RUC, DV, número aviso de operación, fecha de inicio de
operaciones, actividad económica u ocupación, número de sucursales, la cantidad
de equipos fiscales y el promedio de facturas que se emiten por mes.
• Una vez cumplido el requisito anterior, debe especificarse el tipo de negocio, que
puede ser de venta de negocios entre empresas, venta al consumidor final, o
ambos.
• Número de Resolución de excepción de uso del equipo fiscal.
• Por último, se debe contar con la documentación de soporte, como la copia de la
Resolución de excepción del equipo fiscal, nota firmada por representante legal
solicitando uso de Facturación Electrónica. Y, en caso de no contar con excepción
de uso de equipo fiscal, nota firmada por representante legal solicitando dicha
excepción.
Sobre este proceso, Montero expresó: “Se trata de un procedimiento sencillo, con
requisitos sumamente fáciles de cumplir. Está todo pensado para que la migración
al SFEP sea amena y el contribuyente no tenga ningún tipo de problema. No debe
temerse al cambio, es la mejor decisión para el negocio y, en esta era de
digitalización tan marcada, es indispensable contar con todas las herramientas
que nos otorga la tecnología. No hacerlo le dará la ventaja a la competencia y, en
este mercado voraz, eso puede dejarnos fuera del juego”.
GuruSoft es una empresa panameña, filial de una multinacional ecuatoriana
fundada hace más de 13 años, con presencia en nueve países de América Latina
y una vasta experiencia ofreciendo soluciones tecnológicas a todos los
emprendedores y grandes empresarios de la región. Actualmente se ha convertido
en una compañía líder en el mercado de la Facturación Electrónica, razón por la
cual miles de clientes latinoamericanos la eligen como su aliada.